Transcurría el año 1930, cuando el enólogo Gaudencio Magistocchi editó su tratado de enología. A la bodega de Gaudencio Magistocchi le decían La Tortuga, por la forma abovedada de su techo.

Fue la crisis del los años 30 la que cerró las puertas de La Tortuga. Las generaciones siguientes continuaron enlazadas a la actividad vitivinícola como productores. Somos ahora sus bisnietos, los que teniendo en nuestras raíces estas cepas, reiniciamos la elaboración, lanzándonos al mercado con la firma Conalbi Grinberg Casa Vinícola.

En febrero de 2001, salimos al mercado con nuestros productos, ya elaborados desde el año 1997. Desde entonces, venimos trabajando en la línea de vinos finos y premium, las cuales han ido ganando lugar paulatinamente en el mercado interno y externo.

El vino, al igual que nosotros, sigue su propia historia silenciosa creciendo y madurando. Es como un discípulo inteligente que va educándose con su crecimiento, para darnos cuando llega el momento lo mejor de su esencia adquirida en el tiempo.